Este año, una semana después de las fiestas de mi pueblo, he podido volver a actuar allí, y esta vez acompañado de Ritxi.
La gente de allí es mi familia, da gusto porque con la música me tratan exactamente igual, y con Ritxi hicieron lo mismo. Vinieron mis amigos, los de mi hermano, conocidos, familiares, quintos,
jóvenes y mayores, y al final pudimos sentir vuestro calor y de ver cómo ibais perdiendo la vergüenza para cantar todos juntos bajo el manto de estrellas más bonito de todo el planeta.
Muchas gracias por tratarnos siempre así, y por saberlas todas.
¡Nos vemos cómo mucho en la Moragá!