Burgos y Santander, de vuelta al norte.

Tenía muchas ganas de hacer este viaje, de volver a salir de la meseta, de ver el mar, y de sentir la naturaleza norteña en la piel. Esta vez fui con Stefano a hacernos Burgos y Santander, un finde un poco loco que nos guardaremos en la retina de los ojos para toda la vida.

El viernes 17 tocamos a pelo, en riguroso acústico en el Sanfran de Burgos, un bonito local esquinado, que está completamente abierto con cristaleras al exterior, y lleno de plantas y de elementos reutilizados y decorados en el interior. El público se portó como si conociera mis canciones de siempre, escuchando con mucho respeto, así da gusto. Al final nos los metimos en el bolsillo y quisimos quedarnos a vivir allí, pero teníamos que irnos a Cantabria  en donde nos esperaba la segunda parte. Hicimos nuevos amigos, y nos dio tiempo a tomar algo por ahí.

En Santander fuimos directos a Mortera, en donde nuestros maravillosos amigos Jano y Ari de Te Canela, nos esperaban. Un pueblecito a escasos metros de los acantilados y del mar, un par de minutos para sentirte libre, perdido en la naturaleza, en una casa que los padres de Jano levantaron con sus propias manos cuando a penas había nadie por la zona. Allí pudimos actuar en el Rubicón la noche del sábado 18, en una bonita sala para actuaciones acústicas, ya mítica en la zona. Formamos parte de la programación de "Febrero con Sombrero", en donde durante todos los fines de semana de febrero, una serie de cantantes con sombrero, tuvimos el placer de conocer aquello de primera mano. Bonita iniciativa con una maravillosa respuesta. Tuvimos la sala reventada con un público entregado al espectáculo a cada instante más.

Para no olvidarnos nunca de aquel viaje, decidimos grabarnos una versión de Coque Malla en el patio de la casa de Jano con los Te Canela, así que os dejo el enlace por aquí también, junto a algunas fotos.

¡Gracias por el aire en la cara!