Para las fiestas de Agosto de este año, he tenido el privilegio de poder salir del escándalo de la Peraleda toledana, y marcharme a la tierra de mi familia paterna: Extremadura. Gracias al
contrabajo de Stefano BRadi y a las percusiones de Carlos Barba, pudimos formar un trío y hacernos un viaje por la A-5 digno de recordar.
Carlos y yo, ya habíamos hecho nuestros pinitos juntos, pero el año pasado estuvo fuera casi todo el curso, y teníamos muchas ganas de volver a pisar el mismo escenario. Este tipo me invitó
a la presentación de su novela en Madrid en Junio de 2014, y ese fue el primer día que canté en directo las canciones de "El Hombre sin Hombros"... aún le debo un favor...
El domingo 14, actuamos en el Bar ArtE SaNoS de mi prima Bea, en la piscina de Trujillanos en Mérida (Badajoz). Con el ambiente de piscineo, el calor extremeño, la buena compañía y la cena que
nos prepararon nuestras fabulosas cocineras, la toma de contacto para lo que se nos vino al día siguiente encima, la verdad es que no estuvo nada mal.
El día 15 tocamos en el Polideportivo Municipal de Logrosán (Cáceres), el pueblo de mi padre y de los auténticos Calzada. Allá que fueron un buen puñado de tíos, primos, amigos y familiares.
Nos prepararon un escenario enorme, y les cantamos las canciones de mis dos discos a mis dos abuelos. Resulta muy agradecido pasarte dos años defendiendo el apellido de tu padre por cada rincón
que te dejan, y al llegar al sitio que lo vio nacer, encontrártelo reventado...
Gracias.
