La cueva de Cuenca.

La primera vez que nos vinimos a cantarle a Cuenca, en el Cerro (allá por el mes de marzo), hicimos una escapada rápida para visitar una bonita cueva, a la que Juanba nos había invitado a tocar unos meses después. 

 

Se trataba de una cueva natural situada en el ribera del río Huecar, muy cerca de las Casas Colgadas y del puente de San Pablo: Grotte del Huécar, ¡para recordar!

 

Teníamos unas ganas horribles de actuar allí, porque el sitio desprende una magia milenaria indescriptible, por su acústica, y por el tiempo que hacía que no lo hacíamos los tres juntos.

La noche fue una alegría detrás de otra, con "los Calzada" dando vueltas por allí, un público cada vez más entregado, y mis amigos condenses y bolos todos juntos, pocas cosas pueden hacer a un ser humano más feliz, que sonreír con lo que hace a la vez que transmite alegría a la gente que quiere y le rodea.

Gracias Cuenca por hacerme sentir como en casa :-)