En Toledo con mis Amigos.

Despedir marzo ha sido una de los placerazos que he podido tomarme durante la gira. Para la actuación del 31 de marzo en los Clásicos, pude contar con un buen puñado de amigos que me ayudaron a volver a tocar en casa mis canciones, con más colores que nunca. 

Hicimos dúos, tríos, cuartetos, quintetos... con percus, contra, dos guitarras, piano y coros; todos con todos, sonando como un sólo. Por allí pasaron:

Stefano Bradi, el loco que vino desde Italia a acompañarme y que me hacía las mejores lasañas de mi infancia, trajo su contra y su mejor indumentaria;

 

Ritxi Fish, a mi lado marcándome el tempo desde antes de atreverme a hacer canciones, entiende lo que quiero con sólo vigilarme los pies;

Jesus Gª Ochoa, el tipo de Ajofrín con el corazón acompasado por tragarse un metrónomo de pequeñito, tiene la sonrisa más bonita del escenario;

Fran Gª Oeo, compañero de cantes y de bandas durante más de 10 años, cantó y tocó el piano con el royo que él sólo sabe dar,

Fernando del Olmo, el músico más currante que conozco, tocar con él fue un auténtico placer, la primera canción que hice fue con él, y mi primera banda ensayaba en el garaje de su casa;

Dani Romero, un clásico entre los músicos de Toledo, ha sido capaz a través de las jams, de reactivar la vida músico-social de esta ciudad, trajo su guitarra e hizo coros;

Kike Sánchez, mi hermano pequeño en todo esto, capaz de mostrar frío, calor, vientos y tempestades, en la misma frase de una canción;

y Miguel Vázquez (Triqui), mi rubia de manga corta en pleno invierno, hemos planeado cientos de veces hacer cosas, y por fin nos atrevimos con una.

Es un placer SIEMPRE volver a casa, y sentirse arropado como NUNCA.

Gracias a todos por colorear la noche.