Bilbao y Urretxu.

El fin de semana de San Valentín, tuve el gustazo de hacerme la A1 entera y más allá, para tocar en Euskadi, uno de los sitios que más cariño tengo (supongo que por haber visto a los Cuervos tocar un par de veces por allí), inundado de naturaleza verde, y de una gastronomía digna de reyes.

La tierra de las montañas, los valles, los bosques, y los árboles altos; de cara a un tipo del centro de la meseta, resulta ser más fuerte para todos los sentidos, en toda regla. Lo cierto es que no nos paró de llover nada más que a la hora de tomar unos pintxos el sábado por el casco, pero dicen los de estas tierras, que si no llueve, no es Bilbao.

El sábado por la tarde nos adentramos en la Guipúzcoa más profunda para tocar en Motz Taberna, en Urretxu. Un sitio de RNR de pura cepa, en donde tuve el placer de defender mis canciones entre carteles de Lennon, Janis Joplin, Hendrix, Robert Plant, Keith Richards, Dylan, Bruce Springsteen, Chris Robinson... El público, sincero y entregado a la causa, se enganchó conmigo a la primera, y así da gusto salir de casa. Para la vuelta nos llovieron mares, pero al final conseguimos llegar a casa sano y salvos.

El domingo, hice el vermut musical del Residance, en el centro de Bilbao, así que justo después de rodear el Guggenheim para tirar algunas fotos, y mojarnos hasta calarnos, entramos en calor descargando, montando y probando. De nuevo volvió a acercarse un público cercano y respetuoso, dispuesto a escuchar historias con un buen vaso entre las manos (cada día creo con más convicción que los domingo se hicieron para esto mismo...). Al final terminamos tuteándonos, con la convicción de que no pasará demasiado tiempo en volver a vernos, y con la sensación de haber realizado un buen trabajo.

Eskerrik asko!