El pasado fin de semana estuve un par de noches en Zaragoza, así que tuve tiempo de perderme por sus calles y bares, de visitar los locales de ensayo, el Champi, el Tubo, probar los machacados del Cucaracha, la Zeta, el Crápula...
El sábado amanecí con la bonita noticia de encontrarme en la prensa local, justo al lado de los Beatles. Susana Matondo me hizo una preguntas por teléfono el día anterior, y sin prometerme nada,
escribió una bonita columna en El Periódico de Aragón.
Por la noche, estuve cantando en la Bóveda del Albergue de Zaragoza (en la calle Predicadores, muy cerquita del mercado y del Pilar), un espacio multicultural con una bonita bóveda de medio cañón en la que se promueven los distintos contactos culturales entre los clientes del albergue y aquellos que quieran acudir. Jose Juste y Luis, me ayudaron con el sonido durante la actuación, y conocimos a Bob&ElLladre (de Manresa), que hacían versiones en catalán de Dylan, los Stones, Springsteen, etc.
La historia que yo quería contar aquí de aquella noche, es que a pesar de los nervios iniciales por lo precipitado de mi salida al escenario, y de los sudores que pasé arriba, me atreví a
terminar como cuando empecé con todo ésto: tocando el piano, y por eso quería compartirlo aquí y darme cuenta de que no estoy tan lejos de aquel chico que cantaba "Imagine" en
cualquier teclado que pillase. El piano era de madera y... bueno... no pude resistirme.
"You may say I'm a dreamer but I'm not the only one" John Lennon.